¿CUÁNTO TIEMPO TE LO HUBIERAN OCULTADO SI NO LO DESCUBRES?
Lo más duro no fue la traición.
Fue darte cuenta de que no lo iban a confesar…
Porque no fue arrepentimiento, fue exposición.
Cuando alguien borra mensajes, miente sobre llamadas, oculta salidas o maquilla verdades… ya empezó a ser infiel.
No se necesita una cama para romper un compromiso, basta con faltar al respeto que se prometieron.
El problema no es que hayan fallado.
Es que decidieron engañar una y otra vez, como si tú no sintieras, como si no doliera.
Y duele. No solo el engaño, sino darte cuenta de que esa persona no pensaba detenerse…a menos que la descubrieras.
¿Cuánto tiempo más iban a seguir mintiendo?
¿Hasta que tú ya no pudieras más?
¿Hasta destruir todo lo que construyeron juntos?
Porque el amor se basa en verdad, y quien miente, traiciona.
La fidelidad no es una obligación. Es una muestra de respeto.
No es estar preso. Es elegir libremente no herir.
-Si ya no amas, dilo.
-Si ya no quieres estar, no finjas.
-No uses la costumbre como excusa ni el silencio como máscara.
Y si te engañaron, no te culpes.
No eras tú el problema… fue su falta de valor.
Tú fuiste real. Ellos eligieron actuar.
Pero tranquilo… a veces la traición es el empujón que Dios usa para sacarte de donde ya no eras valorado.
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